Estonia. Pärnu.

En el camino de Riga a Tallin encontramos la ciudad de Pärnu, famosa por sus balnearios. Aunque a nosotros nos ha recordado a Tarifa por la cantidad de windsurfistas que hemos visto en una playa de arenas finas, muy extensa y muy acondicionada.
El pueblo esta lleno de casitas de madera y aunque no es muy grande, podeis aun encontrar vestigios del siglo XVIII como la Torre Roja (hoy blanca por la cal que la recubre y que acoge una tienda de artesanía) o el ayuntamiento, edificio neoclásico donde por cierto se alojó el zar Alejandro en 1806.
Lo mejor: pasear por su calle principal y disfrutar de unas cervezas estonas en una de sus terrazas. Saku negra,  muy rica.
La gente es muy agradable.

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